Ingran Engineering ofrece a las empresas del sector primario la posibilidad de optimizar el rendimiento de sus instalaciones de bombeo de agua y de mantenerlas continuamente vigiladas ‘on line’
Nunca sabes cuándo puede llegar tu oportunidad. Tampoco, cuándo es el mejor momento para iniciar una nueva andadura profesional. Lo cierto es que, a veces, las cosas suceden cuando menos te lo esperas. Lo importante es estar preparado, creer en tus ideas. La ilusión de hacerlo realidad es el principal motor para arrancar un proyecto.
Así, de manera imprevista, le llegó a Andrés García «su momento» de poner en práctica los conocimientos teóricos que durante tantos años de docencia en la Universidad había impartido a sus alumnos. «Cuando pensaba que ya se había pasado mi tiempo para emprender, -relata Andrés con una gran sonrisa que refleja el actual estado de ánimo y felicidad por el que atraviesa- después de varias experiencias en el pasado y con la enfermedad de parkinson, se me presentó esta aventura. Para mí, una gran oportunidad en todos los sentidos, profesional y, sobre todo, personal, de plantar cara a la enfermedad«.
De las aulas al mundo empresarial
Todo empezó cuando «dos valientes«, afirma Andrés, Fernando y Xabier, ahora sus socios y compañeros de viaje, le animaron a emprender esta aventura innovadora que desde hace ocho meses y muchos kilómetros recorridos ya tiene entidad propia: Ingran Engineering, una empresa dedicada a la monitorización y búsqueda de ahorro en instalaciones de bombeos de agua.
«Ofrecemos a las empresas que tienen bien una necesidad crítica, o bien un gasto importante en sus bombeos de agua, la posibilidad de mantener su instalación vigilada de forma continua y online«, explica Andrés. Y lo hacen, además, supervisando ‘in situ’ las instalaciones en las que están implementando sus sistemas. Son conscientes de que para que el cliente esté satisfecho y confíe es determinante que ellos supervisen cualquier acción. «Lo difícil – añade Andrés- es abrir el camino; el agricultor es una persona desconfiada porque nadie le ha regalado nada. Ellos trabajan, producen y son los que menos beneficio sacan de esta cadena. El éxito es trabajar con ellos, estar en el barro, a pico y pala, y montar nosotros mismos los prototipos«. En esta primera fase, los dispositivos en todos los casos han producido ahorro. «Nacer con pocos recursos te da una cultura diferente; valoras mucho más las cosas y lo que es verdaderamente importante«.
De soñar a construir
Comenzaron demostrando sus ideas en experiencias piloto. Almería, fue su primer destino y, tras seis meses, pudieron confirmar sus tesis. «Lo primero es escucharles y, lo segundo, saber qué necesidades tienen y con qué recursos económicos cuentan«.
En ocho meses ya cuentan con cinco estaciones de bombeo monitorizadas. «Hemos trabajado mucho y muy duro pero, como pasa en el fútbol, no hay agotamiento por la ilusión y el buen equipo que tenemos«. Forman un grupo humano en el que todos hablan, participan y se llevan la contraria las veces que haga falta. «Es una maravilla -ríe- que esto suceda. Aprendes muchísimo«.
Entre los múltiples beneficios que se pueden obtener con estos sistemas innovadores, además de aprovechar oportunidades de ahorro tanto de agua como de energía, están los de desarrollo económico y social que se traducen en una mejor calidad de vida.
Desde Ingran Engineering quieren agradecer el apoyo recibido de las instituciones públicas «Sentimos un escalofrío de responsabilidad. Si no hacemos algo grande no tenemos perdón«, reflexiona en voz alta Andrés, consciente de la oportunidad que tiene por delante y que no van a dejar pasar. «La aparición de Seed Capital Bizkaia (Fondo Semilla) nos ha ayudado, además de en el aspecto económico, a madurar nuestra idea, a sistematizarla, a establecer prioridades, en definitiva, a, sin renunciar a los sueños, aterrizar en la dura realidad del mundo empresarial.» Contentos con los resultados obtenidos hasta el momento, para este 2016 fijan la mirada más allá … «Hemos crecido pero nos queda mucho recorrido por hacer«.