Oncomatryx Biopharma trabaja desde 2010 en la composición de fármacos que combatan el estroma tumoral para que los tratamientos lleguen al tumor plenamente y acaben con él
¿Por qué algunos tumores se curan en la inmensa mayoría de los pacientes mientras que para otros no existen tratamientos eficaces? Es una cuestión en la que todos hemos reparado de manera más o menos consciente y a la que los científicos han dedicado enormes esfuerzos y recursos. Una de las hipótesis principales, respaldada por numerosas evidencias empíricas, es que las diferentes partes, (tipos de células), que forman los tumores tienen una relación directa con el grado de eficacia del tratamiento para curar una determinada clase de cáncer.
Existe una serie de tumores que se desarrollan protegidos por una barrera de células que no son el tumor propiamente dicho y que, además de favorecer su expansión, impiden que los tratamientos lleguen plenamente al tumor: es el denominado estroma tumoral. Tomando esto como base, en 2010 Oncomatryx Biopharma inició su actividad fijándose como objetivo atacar el estroma tumoral, para permitir que los tratamientos lleguen al tumor plenamente y acaben con él.
Estroma tumoral
Para acabar con el estroma tumoral, Oncomatryx ha desarrollado una serie de compuestos llamados antibody-drugconjugates (ADC). Esta nueva generación de fármacos son resultado de la unión de un anticuerpo, que actúa como guía llevando el compuesto únicamente al interior de las células del estroma y una molécula química que se libera una vez que está dentro de éstas y las elimina. El uso de estos elementos dirigidos específicamente contra un tipo de “células objetivo”, minimiza los efectos secundarios y la toxicidad para las células sanas, uno de los grandes problemas de los tratamientos actuales.
Tras años de desarrollo y excelentes resultados en modelos “in vitro” e “in vivo”, Oncomatryx se encuentra ahora mismo en condiciones de iniciar las fases de validación de los mismos en pacientes humanos, paso previo indispensable para poder poner a disposición de los pacientes estos nuevos tratamientos de manera rutinaria. Para iniciar esta validación clínica, y en aras de la seguridad de los pacientes, las agencias regulatorias exigen a cualquier nuevo medicamento la realización de una serie de ensayos en unas condiciones definidas por estas mismas agencias: es la denominada preclínica regulatoria.
Fase preclínica
La fase de preclínica regulatoria supone una inversión de varios millones de euros. “Nuestra previsión es un gasto de 4.500.000 € en I+D que se suman a los 8.000.000 invertidos a día de hoy”, indican desde Oncomatryx. La empresa ha recurrido a la financiación de la misma a través de la entrada de capital vía nuevos inversores. En este sentido, los responsables de la compañía consideran que “la aportación de Seed Capital, entró hace tres años, su experiencia y rigor a la hora de elegir en qué compañías y proyectos invertir sus recursos, ha sido fundamental para nuestra compañía, no sólo en el sentido económico, sino también como espaldarazo a la viabilidad del proyecto y refuerzo de la confianza de otros potenciales inversores”.
“Con los fondos para el desarrollo de la fase preclínica y primera fase clínica garantizados a través de los inversores que han entrado en el capital social de Oncomatryx Biopharma- señalan- los pasos que estamos dando nos encaminan a obtener la autorización de las agencias regulatorias para iniciar las pruebas de seguridad y eficacia en pacientes humanos en los próximos 18 meses”. La salida al “mercado” será una vez finalizada la fase de ensayos clínicos en humanos, esta es muy variable, pero una estimación realista podría ser entre 3 y 5 años después de iniciarla.