La empresa de Zamudio desarrolla equipos para resolver problemas de interoperabilidad entre fabricantes en redes de fibra hasta el hogar
La historia de la firma del sector de las telecomunicaciones GPONDoctor, radicada en Zamudio, es el claro ejemplo del éxito empresarial basado en la especialización en productos y servicios de alto valor añadido. De igual forma, pone de relieve la existencia de ‘mercados de nicho’ pequeños para atraer la atención de las grandes compañías que fabrican equipos de test y medida pero suficientes para sostener pymes innovadoras.
El origen en Tecnalia
En 2008, los tres socios de la empresa de nueva creación, trabajaban en Tecnalia. Entonces, comenzaron a desarrollar un sistema capaz de determinar el origen de los problemas de interoperabilidad que se producen cuando se enfrentan, dentro de una red de telecomunicaciones de fibra óptica, aparatos de distintos fabricantes. Sin embargo, pese a esos problemas, las compañías operadoras están interesadas en emplear aparatos de diferentes fabricantes para no depender de ninguno de ellos.
El trabajo de investigación y desarrollo realizado dio origen al primero de los analizadores de marca GPONDoctor, que registra los fallos y las desviaciones del aparato en relación a lo definido por el estándar. De esta manera es posible determinar el motivo por el que un equipo no funciona incorrectamente y es posible proporcionar a su fabricante la información necesaria para que lo corrija. Desde su desarrollo Tecnalia es la dueña de estos equipos, pero, con el tiempo, tres de los empleados involucrados en su producción adquirieron los derechos de su explotación y comercialización. “Comenzamos entonces a jugar un rol que no era propio de un centro tecnológico –indica Roberto Trueba, uno de los promotores de GPONDoctor– y que daba pie a que surgiera una empresa y así nació el proyecto”.
Nuevos servicios
Una vez constituida GPONDoctor como cooperativa en el año 2016, el conocimiento de la tecnología ha permitido a sus promotores ofrecer en el mercado una gama de servicios especializados que ofrecen a sus clientes. Estos servicios varían e función del tipo de cliente y a la fase en la que cada uno se encuentra en el proceso de adopción de la tecnología de redes de fibra hasta el hogar.
GPONDoctor trabaja para compañías teleoperadoras como Telefónica, Portugal Telecom, China Telecom o Telekom Malaysia y también para fabricantes de equipamiento hardware como Huawei o Alcatel. El mercado de los equipos y servicios que desarrolla la firma de Zamudio se estima que puede generar en todo el mundo una facturación que oscile entre los seis y los ocho millones de euros al año. “En realidad, como no es un mercado muy amplio, una empresa grande desestima meterse, lo que ofrece una oportunidad a empresas pequeñas como la nuestra. Además, como los equipos son de mucho valor añadido porque requieren mucha inversión en I+D , cualquier empresa tampoco puede entrar”, indica Trueba.
Apoyos
El éxito empresarial no les ha hecho olvidar a los promotores de GPONDoctor los apoyos recibidos que les permiten disfrutar hoy de la posición que ocupan en el mercado. «Estamos muy agradecidos por los apoyos recibidos, tanto de la Administración, que nos ha ayudado realmente, como de Tecnalia, que apostó por el proyecto, y también de los clientes que han confiado en nuestro saber hacer. También estamos contentos por habernos decidido a dar el paso de emprender, de trabajar en un campo que nos gusta y que controlamos como expertos, y de estar siendo capaces de devolver a la sociedad los recursos económicos que nos ha aportado«, señala María Alejandro, socia fundadora de la empresa.
«Consideramos fundamentales -continúa- los apoyos públicos que aportan las instituciones vascas para impulsar el desarrollo de la I+D. De hecho, nuestro equipo se ha desarrollado gracias a fondos del Programa Emaitek del Gobierno vasco, a Seed Capital, al apoyo a la internacionalización ofrecido por la Diputación de Bizkaia Actualmente, Enrique Areizaga, socio fundador, se encuentra en Boston, en un programa intensivo de aceleración en el Centro de Innovación de Cambridge gracias también al apoyo de la Diputación de Bizkaia. Si no hubiera ayudas sería muy difícil embarcarse en aventuras empresariales. Creemos, también, que la actual orientación de las ayudas hacia la potenciación de las incubadoras que propicien el surgimiento de empresas que después reviertan recursos al ecosistema de innovación es la línea más acertada. Es lógico que las empresas favorecidas por ese dinero público se lo vayan devolviendo luego a la sociedad vía impuestos«.